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Historia

La Historia de Marruecos resulta fascinante, desde tiempos muy remotos el hombre ha habitado y viajado por este antiguo país.

Prehistoria
áfrica está considerada como la cuna de la humanidad y concretamente la costa atlántica ya estaba habitada hacia 400.000 años a.C. como así lo demuestran los utensilios encontrados en Casablanca, los de mayor antigüedad de áfrica del Norte. Más tarde, en el 5.000 a.C. viajeros de Oriente Próximo llegan a Marruecos y se establecen en este territorio mezclándose con los moradores que allí se encontraban. Estos habitantes son considerados los antepasados de los actuales bereberes.

En la Edad de Bronce, en torno al 1600 a.C. aparecen los primeros pastores de estas tribus que dejaron su huella en los grabados en las rocas del Alto Atlas que representan distintas armas y utensilios que utilizaban en sus actividades de caza y pesca.

Hacia el año 1000 a.C. diversos mercaderes fenicios (procedentes del actual Líbano), establecen algunas colonias en diferentes puntos de la costa atlántica. Fueron estos quienes introdujeron diversas técnicas como el trabajo del metal, de la piedra y la alfarería.


Primeros pasos por la Historia de Marruecos
Los diversos objetos, utensilios y, sobre todo, la escritura líbica de los beréberes estudiados por los historiadores hacen que éstos consideren que entre el 800 y el 600 a.C. Marruecos entra de lleno en la Historia.

Alrededor del 500 a.C. los etíopes se instalan en esta zona mezclándose con sus habitantes. En ese momento los moradores del sur eran nómadas con la caza como principal actividad mientras que en el norte sus habitantes ya eran sedentarios y habitaban en viviendas trogloditas.

En el siglo IV a.C. nace Mauritania que será confiado por el Emperador Augusto a Juba II en el año 23 d.C. y cuyo territorio incluía el actual Marruecos. En el 42, ya de nuestra era, los romanos invaden Mauritania dividiéndola en dos provincias siendo la del oeste, "Mauritania Tingitana" la que se convertirá con el paso del tiempo en el actual Reino de Marruecos. En esta época se desarrollan calzadas, se desarrolla la agricultura y se desarrolla un comercio fluido con otros lugares del mundo que propicia el crecimiento y desarrollo de la región que perdurará hasta el año 429 con la invasión de los vándalos. A partir de esa fecha las invasiones se suceden con los bizantinos y los visigodos acabando con el dominio romano en la zona.


La llegada de los Musulmanes
En 682 el jeque árabe Oqba Ben Nafi, fundador de Kairuán, la primera ciudad musulmana tunecina, marcha sobre territorio marroquí. La defensa de beréberes y bizantinos no sirve de nada y los árabes musulmanes dominan la zona consiguiendo que el Islam sea adoptado por los antiguos moradores. Musa ben Noussir completa la conquista entre los años 705 y 710estableciendo distintas guarniciones en Tánger y el Tafilalt. En el año 711, Tariq Ibn Ziyad, comienza desde Marruecos la conquista de España.

La dominación del califato consigue que la religión musulmana se consolide en el país pero no evita la creación de distintos reinos que terminan disputándose el poder. La rebelión más importante estalla en el 740, encabezada por soldados beréberes, contra el califato omeya de Damasco, el más influyente, que acabará con su poder y propiciará la fragmentación del territorio en numerosos y variados reinos y principados.


Dinastía Idrisí (788-974)
En el año 786, Idriss I, descendiente del yerno del Profeta, se refugia en Marruecos huyendo de una matanza ordenada por el califa de Bagdag. Dos años después es nombrado imán, jefe religioso por los beréberes del centro del país. Durante su reinado nacen ciudades como Fez y se consolida el norte del país hasta Tlemcen. En el 792 muere asesinado siendo sustituido por Idriss II que extiende el territorio del reino.

La muerte de Idriss II en el 828 no afectó el desarrollo del país, los sucesores de Idriss II continuaron progresando llegando a ser nombrados califas de Córdoba. Sin embargo, curiosamente esto les costará su poder ya que la fragmentación de España facilita su caída, además de la incursión que los guerreros bereberes almorávides realizan desde el desierto.

Dinastía Almorávide (1055-1147)
Los guerreros beréberes almorávides pretenden con sus incursiones, por el norte, la purificación del Islam ya que consideran que esta religión se encuentra en decadencia. Comienzan por controlar las rutas comerciales conquistando incluso Fez, la capital Idrisí. En el año de 1070 fundan Marrakech capital de su reino que recibe el nombre de Marruecos.

Los almorávides, liderados por Yusef ben Tashfin ocupan gran parte de la península ibérica. A la muerte de este le sucede su hijo Ali ben Yusef que reina por más de treinta años. Mientras los almorávides gobiernan en Tinmal surge el predicador Ibn Tumert que fomenta la pureza y el rigor del Islam y de quien son seguidores los almohades (que significa "los unidos").

Dinastía Almohade (1147-1268)
En 1121 los almohades se consolidan en las cordilleras del Atlas y se rebelan contra los almorávides, para potenciar el rigor religioso. En el año 1147 conquistan Marrakech, con lo que finaliza la rebelión. A Ibn Tumert (primer líder de los almohades) le sigue su discípulo Abd el Mumen que unifica todo el norte de Africa (Argelia, Túnez y Libia). Le sucederá Yacub el-Mansur que unirá a este territorio las provincias españolas andaluzas. A su muerte las derrotas marroquíes se suceden provocando la fragmentación del reino y el abandono de las ideas religiosas de Ibn Tumert.

Dinastía Meriní (1269-1465)
La debilidad de los almohades será aprovechada por los Beni Merin que toman las principales ciudades llegando a controlar incluso Marrakech en 1269. Los meriníes tuvieron su máximo esplendor con la figura de los sultanes quienes impulsaron un importante desarrollo de los estudios religiosos y la construcción de diversos monumentos. Aunque intentan reconstruir el reino, la peste negra y las rebeliones en diferentes ciudades marroquíes impiden su objetivo. Mientras, portugueses y españoles continúan avanzando por diversos puntos de la costa atlántica.

Dinastía Saadí (1549-1654)
Descendientes de Mahoma, la tribu árabe de los Beni Saad predica la Guerra Santa y cuando los portugueses comienzan a competir por el comercio transahariano deciden luchar contra ellos tomando Marrakech en 1525 ocupando el poder. El asedio a los portugueses no finaliza con la toma de la capital, Agadir, Mazagan y Fez serán los siguientes hitos en la expulsión de los lusos que finalizará con la batalla de los Tres Reyes en 1578 capitaneada por Ahmed el-Mansur. A su muerte en 1602 se fracciona de nuevo el reino y los andalusíes proclaman una república independiente en Salé.

Dinastía Alauita (Desde 1666)
Descendientes del yerno del profeta, los alauitas toman el poder en 1666. Mulay Sherif y sus descendientes tienen como meta reunificar Marruecos bajo una política militar y económica rígida. Su descendiente Mulay Ismail que gobernará el país de 1672 a 1727 consigue dominar a las tribus bereberes de Tánger y Larache finalizando con los poderes políticos y religiosos locales y extendiendo las relaciones internacionales.

Siglos XVIII y XIX, el declive
A la muerte de Mulay Ismail, al no haber delegado el poder en ninguno de sus hijos se inicia una guerra que durará veinte años. Sidi Mohammed, que gobernará de 1757 a 1790, consigue una época de relativa tranquilidad pero la peste, la sequía y el declive del comercio marítimo terminarán con la época de prosperidad.

En 1844 Argelia será invadida por los franceses y a partir de 1856 distintos países europeos comienzan a imponer su propia moneda que desplaza a la local (también contaban con sus propios tribunales de justicia aunque extraoficialmente las principales ciudades ya se encontraban bajo control extranjero. Moulay Hassan, 1873-1894, intenta ganar poder pactando con las tribus del Alto Altas e intentando modernizar el país pero para ello endeuda al país con los bancos extranjeros asegurando el control de estos.

Protectorado Francés (1912-1956)
Ante el interés de diversas potencias europeas por el control de Marruecos se hace necesaria la conferencia de Algeciras en la que se reúnen doce naciones y en la que se designa a Francia y España como mandatarias del nuevo Banco de Estado de Marruecos, de hecho, Francia se queda con Marruecos central y España con las zonas más pobres de los extremos norte y sur del país. Un año después los franceses ocupan Casablanca al haberse producido diversos asesinatos de europeos y también en 1907 Mulay Hafid es nombrado sultán. Este sultán pedirá ayuda en 1911 a las tropas francesas para acabar con la ocupación de Fez por parte de las tribus sublevadas. Esta ayuda obliga al sultán a firmar un tratado de Protectorado el 30 de marzo de 1912 a favor de Francia, España se queda con una pequeña zona de influencia, Mulay Hafid abdica en favor de su hermano Mulay Yusef y el General Lyautey es nombrado residente general de Marruecos eligiendo Rabat como capital del Protectorado.

Los movimientos independentistas comienzan su labor, en 1921 tendrá lugar la rebelión del Rif que será sofocada cinco años después por una coalición franco-española. En 1925 con la salida del Residente General Lyautey Francia realiza un gobierno más directo cediendo cada vez menos parcelas a los marroquíes, esta situación provoca la organización de la resistencia que durante la Segunda Guerra Mundial no actúa aceptándose una especie de tregua no pactada.

El apoyo de los independentistas tanto al desembarco norteamericano de 1942 como el recibido por el Presidente Roosevelt durante la conferencia de Anfa un año después ofrecen un nuevo impulso a este movimiento. En 1944 se proclama el Manifiesto de Independencia y en 1947 Sidi Mohammed se pronuncia a favor de la independencia y de la admisión de Marruecos en la Liga de Estados árabes propiciándose las negociaciones entre el gobierno francés y los nacionalistas marroquíes. Sin embargo, estas negociaciones se verán enturbiadas por los disturbios sangrientos que tuvieron lugar en Casablanca el 7 y 8 de diciembre de 1952. El 20 de agosto de 1953 el sultán es obligado a abdicar y exilarse del país lo que provoca una mayor actividad de la resistencia que es vista con buenos ojos por el gobierno español. La sublevación argelina en 1954 y los problemas en Indochina hacen necesaria una solución pactada para el gobierno francés.


La Independencia
El sultán Ben Yusef volverá del exilio el 16 de noviembre de 1955 acelerando el proceso de independencia. El 7 de abril de 1956 Francia reconoce la independencia de Marruecos y el 29 de octubre España hace lo mismo. Ben Yusef gobierna el nuevo reino bajo el nombre de Mohamed V y comienza la redacción de la primera constitución que será promulgada en 1962 por su hijo Hassan II, el monarca marroquí fallecido en el año 1999. En 1970 Hassan II publica el proyecto de una segunda constitución que sería aprobada en referéndum en julio de 1971.

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